Aquel resultó ser, sin duda, un año
complicado para Jánuman, el dios mono.
El monzón se retrasaba y la selva reseca con todos sus habitantes,
criaturas pequeñas y grandes, árboles y hierbas, se hallaban al límite de su
resistencia. Era urgente encontrar una solución o el hambre y la desesperación
empezarían a hacer estragos entre los miembros de la comunidad. Todos eran
igualmente vulnerables pues dependían los unos de los otros para seguir siendo
actores en el teatro de la vida.
Jánuman no quiso esperar más. En el gran
claro del bosque convocó a todos los animales. Shailendra, el águila, vigilaba
la reunión desde las alturas.
–
“Todos estamos implicados” –
asintió Babar, el último león del bosque de Gir. – “Sin pastos ni frutos, el sika, el gaur y
el sambar desaparecerán y yo también moriré pues no tendré nada que comer”
–.
–
“Podría subir a la copa de la gigantesca Teca” – comenzó a hablar Rania, la más pequeña de las arañas que
levantando una de sus ocho patas había pedido la palabra. – “Allí extenderé el más largo hilo de seda
jamás tejido por los de mi especie. Soy ligera como el propio viento, él me
llevará hasta los confines del mundo y ...” –.
–
“Pero el viento no sopla y de hacerlo, desde el océano, traería las esperadas
lluvias terminando con nuestras preocupaciones, y a ti, querida amiga, te
empujaría hacia los Himalayas” –
interrumpió Jánuman que parecía haber tomado ya una decisión. – “No, pequeña Rania” – añadió dirigiéndose ahora a todos los
congregados – “agradezco tu ofrecimiento
pero necesitamos a alguien que no esté a merced de los caprichos del viento
sino que, por el contrario, sea capaz de jugar con él y dominarlo para que
trabaje en su beneficio” –.
Entre las ramas más altas de uno de los
árboles que rodeaban el claro colgaba boca abajo Ambika, la rata voladora.
Junto a ella, Alexandra, la cotorrita, no paraba de cuchichear. Aún no lo
sabían pero Jánuman ya las había elegido como exploradoras. Ellas serían las
que habrían de buscar y encontrar un lugar donde toda la comunidad de la selva
pudiera trasladarse si la sequía persistente hacía inviable la supervivencia en
sus tierras ancestrales.
Antes de la partida cada una recibió diez
higos del baniano sagrado junto con las instrucciones precisas para el viaje.
Contaban por delante con apenas diez días para encontrar un nuevo paraíso.
Alexandra dirigió su vuelo hacia el oeste
mientras Ambika, que viajaría de noche, tomó rumbo al naciente. Así recorrieron
el mundo mientras descubrían que en todos los lugares a los que llegaban había
ya una comunidad establecida donde cada miembro desempeñaba un oficio
exclusivo. Comprendieron que resultaría imposible todo traslado sin importunar
o entrar en conflicto con sus legítimos pobladores.
El día de su regreso, aunque volvían
decepcionadas y un tanto alicaídas, una ráfaga de viento chocó contra el
inmenso muro de los Himalayas y en el silencio retumbó un larguísimo trueno. La
noche se cubrió de nubes furtivas que cegaron las estrellas y la lluvia
conquistó la tierra sedienta.
(Jamás sabrán que su viaje no había
resultado del todo infructuoso. Sin darse cuenta, cada vez que comían uno de
los higos sagrados estaban contribuyendo a dispersar la gran familia de las
higueras por las latitudes cálidas del planeta).
EL GÉNERO FICUS
El género Ficus lo forman
alrededor de 800 especies pertenecientes a la familia Moraceae. Está
constituido por ejemplares de apariencia arbórea, arbustiva o trepadora. La
mayoría son de hoja perenne, exceptuando las especies que se desarrollan en
latitudes no tropicales y zonas con una larga
estación seca. Se caracterizan por poseer un falso fruto que derivan de una
flor al que se denomina syconium (sicono) y al que todos conocemos como
higo.
Otra de las características de las
especies de este género es la secreción lechosa que segregan al hacer un corte
en cualquier parte de la planta. Esta sustancia se denomina látex y se utiliza
en la fabricación del caucho.
Ficus es un género cosmopolita (se
encuentra representado en todos los continentes). Atendiendo a esta
peculiaridad, vamos a hacer un repaso por algunas de las especies más
significativas de cada continente.
Higuera común (Ficus carica) |
EUROPA
HIGUERA COMÚN
Ficus carica, L.
Higuera,
Breval, Cabrahigo.
Familia:
Moraceae.
Etimología:
Del latín Ficus que significa “higo”. Carica puede provenir de la
antigua comarca de Caria en Asia occidental, en la que el cultivo de la higuera
era muy extendido.
Lugar de origen:
Aunque procede de Asia menor se introdujo en la Región mediterránea hace
milenios donde crece de forma espontánea y asilvestrada.
Descripción:
Árbol
de copa redondeada o achatada, a veces ramificado en forma de arbusto que puede
alcanzar 8-10 m. de altura. De tronco retorcido y corteza lisa de color
grisáceo. Ramas frágiles debido a que la higuera tiene la madera muy blanda.
Las yemas terminales terminan en punta, son aproximadamente de 1,5 cm de
longitud mientras que las yemas axilares son más pequeñas y romas. Las hojas
son caducas, simples, alternas y dispuestas en espiral con la base de forma más
o menos cordada. El limbo tiene forma anchamente ovada presentando generalmente
de 3 a 5 lóbulos oblongos, es de textura coriácea o cartácea presentando una ligera
pilosidad áspera por el haz, que es de color verde oscuro, algo brillante. El
envés muestra pilosidad suave al tacto y es de color más pálido. Presenta
nervios prominentes especialmente por el reverso de la hoja. Las flores son muy
pequeñas, muy numerosas y se encuentran en el interior de un sicono (syconium)
globoso o en forma de pera (higo). Este higo es comestible, de color verde
o violeta oscuro según las distintas variedades. Los siconos pueden contener
flores masculinas y femeninas al mismo tiempo o sólo poseer uno de los dos
sexos, necesitando la ayuda de una pequeña avispa (Blastophaga psenes)
para su polinización, aunque la mayoría de las variedades de higuera cultivadas
fructifican mediante partenogénesis (sin polinización previa). Los verdaderos
frutos de la higuera no son los higos sino las pequeñas pepitas de color rojo
que contienen estos en su interior (aquenios). La higuera se reproduce mediante
semillas o más comúnmente por esqueje o por acodo.
A la izquierda, hojas de Ficus carica. A la derecha, detalles los higos de la Higuera. |
Baniano (Ficus benghalensis) |
ASIA
BANIANO
Ficus benghalensis, L.
Baniano, Higuera
de Bengala, Balete.
Familia: Moraceae.
Etimología: Ficus=Higo; Benghalensis por
que procede de Bengala, región de la India. El nombre común “Baniano” se
originó por el hábito en algunos pueblos asiáticos de colocar los tenderetes de
los mercadillos bajo la protección de estos árboles y como los mercaderes
ambulantes recibían el nombre de banianos terminaron dando nombre también al
árbol.
Lugar
de origen: Es un árbol
endémico de la India, Pakistán, Bangladesh y Sri Lanka.
Descripción:
Se trata de un
árbol perenne de 15-20 m de altura, de aspecto peculiar debido a las numerosas
raíces aéreas que emite, sobre todo en climas templados y húmedos y que pueden
llegar hasta el suelo para enraizar formando troncos. Estos “troncos-raíces”
pueden extenderse indefinidamente hasta convertirse en un árbol gigante que
puede ocupar varias hectáreas. El baniano tiene la corteza lisa, de color
blanco-grisáceo de la que se desprenden pequeñas láminas irregulares. Las hojas
son coriáceas, de forma anchamente ovada o elíptica y con el margen entero. Por
el haz son glabras presentando un color verde oscuro brillante, mientras que
por el envés son más claras y ligeramente pubescentes presentando una nervadura
prominente. El pecíolo de la hoja también es pubescente. Como en el resto de
especies del género Ficus, las flores se encuentran dentro de un sicono
(higo). Estos se presentan en pares axilares, son sésiles, de color rojo
brillante al madurar y al principio se encuentran encerrados dentro de una
cobertura cónica que rodea el ápice. Los frutos son pequeños aquenios
distribuidos en gran número en el interior del sicono. Los higos de este
baniano no son muy atractivos para los humanos pero hay especies de monos a los
que les encanta. También aves y murciélagos se nutren con estos frutos. Como
los demás Ficus se multiplica excelentemente por esqueje y acodo. En la
India se le considera un árbol sagrado.
A la izquierda, los higos maduros del Baniano. A la derecha, sus hojas. |
Sicomoro (Ficus sycomorus) |
ÁFRICA
SICOMORO
Ficus sycomorus, L.
Sicomoro,
Sicómoro.
Familia: Moraceae.
Etimología: Del latín Ficus=Higo. Sycomorus
proviene de “Sykon”, nombre griego del “higo” y de “Morus”,
nombre latino de la “Morera”, con lo
que viene a identificarse con una “morera que da higos”.
Lugar
de origen: Península
Arábiga y África tropical, aunque está muy extendida por toda África.
Descripción:
Árbol perenne o
caducifolio de aspecto erecto y dilatado de 10-15 m que puede alcanzar los 20 m
de altura en su hábitat natural. Posee una copa muy ramificada y esférica. El
tronco es corto y grueso con la corteza amarillenta, lisa o con escamas
irregulares. Las ramillas jóvenes son pilosas y de color castaño claro. Las
hojas son ovadas pasando después a elípticas o semicirculares, con la base
cordada o a veces obtusa. El margen de la hoja es entero o un poco dentado con
el ápice redondeado. De textura subcoriácea y rugosa, algo ásperas por el haz,
de color verde oliva mate y algo más claras y pilosas por el envés, donde
presentan una nerviación prominente y pubescente. Los siconos poseen pedúnculos
tomentosos y se presentan solitarios o en pares axilares. Son pequeños, de
forma ovoide o periforme y de color amarillento o rojizo en su madurez. Son
comestibles, especialmente los de la subespecie gnaphalocarpa que tienen
un tamaño mayor. Su madera es utilizada por las tribus locales para la fabricación
de tambores y bongos. Se reproduce por esquejes.
A la izq., higos del Sicomoro en distinta fase de maduración. A la derecha detalle de la hoja. |
Higuera herrumbrosa (Ficus rubiginosa) |
OCEANÍA
HIGUERA
HERRUMBROSA
Ficus
rubiginosa,
Desf.
Higuera
herrumbrosa, Higuera mohosa, Ficus oxidado, Higuera de Puerto Jackson, Baniano
australiano.
Familia: Moraceae.
Etimología: Del latín Ficus= “Higo”; Rubiginosus=
“Oxidado” como alusión al color del envés de sus hojas.
Origen: Australia.
Hojas y frutos de la Higuera herrumbrosa. |
Descripción:
Árbol
perennifolio que alcanza 10-15 m de
altura, de fuerte desarrollo y de copa redondeada o aparasolada. Tronco corto y
recto, de corteza lisa, a veces algo rugosa, de color gris. Es propenso al
desarrollo de raíces aéreas sobre todo en lugares donde la humedad ambiental es
elevada. Sus hojas crecen alternas, son de forma ovada o elíptica y de textura
coriácea. De color verde oscuro y glabro por el haz, presenta por el envés la
peculiaridad de una densa pubescencia de tono rojizo herrumbroso. El margen es
entero con el ápice agudo o redondeado. Estas hojas son toxicas si se ingieren.
Los siconos son axilares, normalmente presentados a pares, pedunculados y al
principio cubiertos por una bráctea caediza. Tienen forma globosa y son de
pequeño tamaño, unos 2 cm de diámetro. Son de color amarillento al principio,
se tornan rojizos al madurar y están cubiertos por una pubescencia herrumbrosa.
Es una de las especies de ficus más resistente al frío y tolerante a la
proximidad del mar.
MATAPALOS
En Venezuela y
otros países americanos se conocen como “Matapalos” algunas especies de
árboles, especialmente del género Ficus, que tienen por característica
que siendo en su juventud plantas epífitas (crecen apoyándose en otro árbol),
debido a su crecimiento en busca de la luz solar, que es bastante escasa en el
piso inferior de la vegetación de la selva, acaban estrangulando al árbol en el
que se apoyaron. A menudo terminan matando a este árbol, por ello popularmente
siempre se les ha conocido con el nombre de “Matapalo”.
Son Matapalos,
por tanto, especies tan conocidas como el “Matapalo extranjero” (Ficus
benjamina) o el “Caucho” (Ficus elastica) ambas de origen asiático
utilizadas en la actualidad muy habitualmente en la ornamentación de
interiores. También entran en esta denominación especies de
origen americano como Ficus longifolia, Ficus maxima o Ficus prinoides.
Para terminar con
nuestro recorrido por los cinco continentes hemos elegido uno de los Matapalos
más extendidos del continente americano, el Ficus nymphaeifolia.
Matapalo, Higuerón.
Familia: Moraceae.
Etimología:
Del latín Ficus=Higo.
La palabra latina Nymphaeifolia deriva de Nymphaea que es el
género que contiene el mayor número de especies de nenúfares y de folium
que significa “hoja”. Las hojas de este matapalo recuerdan a las de algunos
nenúfares.
Lugar
de origen: Se distribuye
por toda América central y parte de América del sur (Está presente en
Nicaragua, Panamá, Costa Rica, Antillas o Guayanas y en países del sur como
Venezuela, Perú, Bolivia, Colombia o Brasil).
Descripción:
Es un árbol de
10-15 metros de altura que puede llegar hasta los 30 m en sus zonas de origen.
En su juventud nace como planta epífita y en ocasiones desarrolla raíces aéreas
que le sirven de soporte. Tiene estípulas lanceoladas, glabras o ligeramente
pubescentes. Las hojas están agrupadas en el final de las ramas, son de forma
ovada con la base cordada y con dos lóbulos redondeados. Tienen el margen
entero o en ocasiones algo ondulado y el ápice puede ser agudo o redondeado. La
textura es cartácea o subcoriácea y el color es verde oscuro por el haz y más
claro por el envés. Son glabras por ambas caras aunque puede presentar cierta
pilosidad en la nervadura del envés. El pecíolo es glabro o ligeramente
pubescente. Los siconos crecen formando
pares axilares, de color verde con un ligero punteado. Son sésiles o con un
pedúnculo de 1-4 mm de largo. De forma globosa y textura lisa o ligeramente
pilosa. Se multiplica por esquejes y acodos aéreos.
REFRANES DE LA HIGUERA
-“La higuera,
el pie en el agua y el sol en la cabeza”.
-“Higuera
breval, una o dos en cada corral”.
-“Le dice el higo
a la breva, ¡déjame libre la higuera!”.
-“De higos
a brevas, largas las lleva”.
-“Antes echará
uva la higuera, que buena amistad la suegra con la nuera”.
-“Sea tuya la higuera
y esté yo a su vera, que comeré higos, quieras o no quieras”.
Los banianos, al igual que
las distintas especies de matapalos, a menudo se van extendiendo desde su
enclave original mediante las raíces aéreas que anclan en el suelo. Estas
raíces crecen hasta el punto de convertirse en verdaderos troncos
independientes del tronco original. Con las constantes formaciones de estas
raíces, a veces consiguen extenderse a grandes distancias buscando las
condiciones de luz más favorables. Con estos atributos es lógico pensar que
sean especies de interés para el libro Guinness de los Récords. Así, el baniano
más famoso es el del Jardín Botánico de Calcuta, que tiene más de 230 años y
ocupa una superficie de 12.000 metros cuadrados y cuyo tronco principal tiene
una circunferencia de doce metros. Sin embargo y a pesar de su fama no es este
el baniano que figura en el libro de récords por su tamaño sino otro situado
también en la India, a 25 Km. de la ciudad de Kadiri. Tiene unos 550 años,
ocupa una extensión de 21.000 metros cuadrados y tiene 1.100 raíces columnares.
Los lugareños le pusieron el nombre de Thimmamma Marrimanu y tiene su propia
leyenda.
Según la leyenda este baniano toma el nombre de “Thimmamma”, una mujer
justa que sirvió con devoción a su marido enfermo. Thimmamma era la hija de
Sennakka Venkatappa y de Mangamma que pertenecían a una comunidad de
comerciantes llamada Balija Setti, durante el imperio de la dinastía Kakatiya.
Ella estaba casada con Bala Veerayya. Su marido murió en 1434 tras una larga enfermedad, después de lo cual Thimmamma
se inmoló siguiendo el rito del Satí. En el marco del hinduismo, el Satí es un
rito que consiste en el sacrificio voluntario (a veces no tan voluntario) de una esposa en la pira funeraria de su
marido como acto final de “lealtad y devoción”. En vida ella había adquirido la
fama de poseer poderes místicos cuando supuestamente hizo resucitar a dos
palomas muertas e incluso se dice que hizo lo mismo resucitando a un gemelo.
Esta fama de mística apoyó la idea entre los lugareños de que la mujer se
reencarnó en el actual baniano de Kadiri, pues dicen que este árbol creció en
el lugar donde se colocó la pira funeraria donde murió Thimmamma. Se cree que
todavía vive en el árbol, por eso no deja de crecer. Actualmente hay un templo
levantado en el centro de este gigante en honor de esta mujer, lugar que es
visitado por multitud de parejas sin descendencia en la creencia de que si
rezan a Thimmamma, según la leyenda, serán bendecidos con hijos en los años
siguientes.
Templo dedicado a Thimmamma. |
Como siempre visitarlo es aprender.
ResponderEliminarGracias, hasta pronto.
VAya.. que preciosidad de arboles.. Yo tengo una higuera en mihuerta.. pero daria lo que fuera por tener un baniano!!
ResponderEliminarEstupendo blog.. nos encanta!!