miércoles, 21 de septiembre de 2011

GENÉRICOS: FICUS

     Aquel resultó ser, sin duda, un año complicado para Jánuman, el dios mono.  El monzón se retrasaba y la selva reseca con todos sus habitantes, criaturas pequeñas y grandes, árboles y hierbas, se hallaban al límite de su resistencia. Era urgente encontrar una solución o el hambre y la desesperación empezarían a hacer estragos entre los miembros de la comunidad. Todos eran igualmente vulnerables pues dependían los unos de los otros para seguir siendo actores en el teatro de la vida.
     Jánuman no quiso esperar más. En el gran claro del bosque convocó a todos los animales. Shailendra, el águila, vigilaba la reunión desde las alturas.
     “Todos estamos implicados” asintió Babar, el último león del bosque de Gir. “Sin pastos ni frutos, el sika, el gaur y el sambar desaparecerán y yo también moriré pues no tendré nada que comer” –.
     “Podría subir a la copa de la gigantesca Teca” comenzó a hablar Rania, la más pequeña de las arañas que levantando una de sus ocho patas había pedido la palabra. “Allí extenderé el más largo hilo de seda jamás tejido por los de mi especie. Soy ligera como el propio viento, él me llevará hasta los confines del mundo y ...”.
     “Pero el viento no sopla y de hacerlo, desde el océano, traería las esperadas lluvias terminando con nuestras preocupaciones, y a ti, querida amiga, te empujaría hacia los Himalayas” interrumpió Jánuman que parecía haber tomado ya una decisión. “No, pequeña Rania” añadió dirigiéndose ahora a todos los congregados “agradezco tu ofrecimiento pero necesitamos a alguien que no esté a merced de los caprichos del viento sino que, por el contrario, sea capaz de jugar con él y dominarlo para que trabaje en su beneficio” .
     Entre las ramas más altas de uno de los árboles que rodeaban el claro colgaba boca abajo Ambika, la rata voladora. Junto a ella, Alexandra, la cotorrita, no paraba de cuchichear. Aún no lo sabían pero Jánuman ya las había elegido como exploradoras. Ellas serían las que habrían de buscar y encontrar un lugar donde toda la comunidad de la selva pudiera trasladarse si la sequía persistente hacía inviable la supervivencia en sus tierras ancestrales.
     Antes de la partida cada una recibió diez higos del baniano sagrado junto con las instrucciones precisas para el viaje. Contaban por delante con apenas diez días para encontrar un nuevo paraíso.
     Alexandra dirigió su vuelo hacia el oeste mientras Ambika, que viajaría de noche, tomó rumbo al naciente. Así recorrieron el mundo mientras descubrían que en todos los lugares a los que llegaban había ya una comunidad establecida donde cada miembro desempeñaba un oficio exclusivo. Comprendieron que resultaría imposible todo traslado sin importunar o entrar en conflicto con sus legítimos pobladores.
     El día de su regreso, aunque volvían decepcionadas y un tanto alicaídas, una ráfaga de viento chocó contra el inmenso muro de los Himalayas y en el silencio retumbó un larguísimo trueno. La noche se cubrió de nubes furtivas que cegaron las estrellas y la lluvia conquistó la tierra sedienta.

     (Jamás sabrán que su viaje no había resultado del todo infructuoso. Sin darse cuenta, cada vez que comían uno de los higos sagrados estaban contribuyendo a dispersar la gran familia de las higueras por las latitudes cálidas del planeta).

EL GÉNERO FICUS
     El género Ficus lo forman alrededor de 800 especies pertenecientes a la familia Moraceae. Está constituido por ejemplares de apariencia arbórea, arbustiva o trepadora. La mayoría son de hoja perenne, exceptuando las especies que se desarrollan en latitudes no tropicales y zonas con una larga estación seca. Se caracterizan por poseer un falso fruto que derivan de una flor al que se denomina syconium (sicono) y al que todos conocemos como higo.
     Otra de las características de las especies de este género es la secreción lechosa que segregan al hacer un corte en cualquier parte de la planta. Esta sustancia se denomina látex y se utiliza en la fabricación del caucho.
     Ficus es un género cosmopolita (se encuentra representado en todos los continentes). Atendiendo a esta peculiaridad, vamos a hacer un repaso por algunas de las especies más significativas de cada continente.

Higuera común (Ficus carica)
EUROPA

HIGUERA COMÚN

Ficus carica, L.
Higuera, Breval, Cabrahigo.
Familia: Moraceae.
Etimología: Del latín Ficus que significa “higo”. Carica puede provenir de la antigua comarca de Caria en Asia occidental, en la que el cultivo de la higuera era muy extendido.
Lugar de origen: Aunque procede de Asia menor se introdujo en la Región mediterránea hace milenios donde crece de forma espontánea y asilvestrada.


Descripción:
Árbol de copa redondeada o achatada, a veces ramificado en forma de arbusto que puede alcanzar 8-10 m. de altura. De tronco retorcido y corteza lisa de color grisáceo. Ramas frágiles debido a que la higuera tiene la madera muy blanda. Las yemas terminales terminan en punta, son aproximadamente de 1,5 cm de longitud mientras que las yemas axilares son más pequeñas y romas. Las hojas son caducas, simples, alternas y dispuestas en espiral con la base de forma más o menos cordada. El limbo tiene forma anchamente ovada presentando generalmente de 3 a 5 lóbulos oblongos, es de textura coriácea o cartácea presentando una ligera pilosidad áspera por el haz, que es de color verde oscuro, algo brillante. El envés muestra pilosidad suave al tacto y es de color más pálido. Presenta nervios prominentes especialmente por el reverso de la hoja. Las flores son muy pequeñas, muy numerosas y se encuentran en el interior de un sicono (syconium) globoso o en forma de pera (higo). Este higo es comestible, de color verde o violeta oscuro según las distintas variedades. Los siconos pueden contener flores masculinas y femeninas al mismo tiempo o sólo poseer uno de los dos sexos, necesitando la ayuda de una pequeña avispa (Blastophaga psenes) para su polinización, aunque la mayoría de las variedades de higuera cultivadas fructifican mediante partenogénesis (sin polinización previa). Los verdaderos frutos de la higuera no son los higos sino las pequeñas pepitas de color rojo que contienen estos en su interior (aquenios). La higuera se reproduce mediante semillas o más comúnmente por esqueje o por acodo.
A la izquierda, hojas de Ficus carica. A la derecha, detalles los higos de la Higuera.


Baniano (Ficus benghalensis)
ASIA

BANIANO
Ficus benghalensis, L.
Baniano, Higuera de Bengala, Balete.
Familia: Moraceae.
Etimología: Ficus=Higo; Benghalensis por que procede de Bengala, región de la India. El nombre común “Baniano” se originó por el hábito en algunos pueblos asiáticos de colocar los tenderetes de los mercadillos bajo la protección de estos árboles y como los mercaderes ambulantes recibían el nombre de banianos terminaron dando nombre también al árbol.
Lugar de origen: Es un árbol endémico de la India, Pakistán, Bangladesh y Sri Lanka.

Descripción:
Se trata de un árbol perenne de 15-20 m de altura, de aspecto peculiar debido a las numerosas raíces aéreas que emite, sobre todo en climas templados y húmedos y que pueden llegar hasta el suelo para enraizar formando troncos. Estos “troncos-raíces” pueden extenderse indefinidamente hasta convertirse en un árbol gigante que puede ocupar varias hectáreas. El baniano tiene la corteza lisa, de color blanco-grisáceo de la que se desprenden pequeñas láminas irregulares. Las hojas son coriáceas, de forma anchamente ovada o elíptica y con el margen entero. Por el haz son glabras presentando un color verde oscuro brillante, mientras que por el envés son más claras y ligeramente pubescentes presentando una nervadura prominente. El pecíolo de la hoja también es pubescente. Como en el resto de especies del género Ficus, las flores se encuentran dentro de un sicono (higo). Estos se presentan en pares axilares, son sésiles, de color rojo brillante al madurar y al principio se encuentran encerrados dentro de una cobertura cónica que rodea el ápice. Los frutos son pequeños aquenios distribuidos en gran número en el interior del sicono. Los higos de este baniano no son muy atractivos para los humanos pero hay especies de monos a los que les encanta. También aves y murciélagos se nutren con estos frutos. Como los demás Ficus se multiplica excelentemente por esqueje y acodo. En la India se le considera un árbol sagrado.
A la izquierda, los higos maduros del Baniano. A la derecha, sus hojas.


Sicomoro (Ficus sycomorus)
ÁFRICA

SICOMORO
Ficus sycomorus, L.
Sicomoro, Sicómoro.
Familia: Moraceae.
Etimología: Del latín Ficus=Higo. Sycomorus proviene de “Sykon”, nombre griego del “higo” y de “Morus”, nombre latino de la  “Morera”, con lo que viene a identificarse con una “morera que da higos”.
Lugar de origen: Península Arábiga y África tropical, aunque está muy extendida por toda África.



Descripción:
Árbol perenne o caducifolio de aspecto erecto y dilatado de 10-15 m que puede alcanzar los 20 m de altura en su hábitat natural. Posee una copa muy ramificada y esférica. El tronco es corto y grueso con la corteza amarillenta, lisa o con escamas irregulares. Las ramillas jóvenes son pilosas y de color castaño claro. Las hojas son ovadas pasando después a elípticas o semicirculares, con la base cordada o a veces obtusa. El margen de la hoja es entero o un poco dentado con el ápice redondeado. De textura subcoriácea y rugosa, algo ásperas por el haz, de color verde oliva mate y algo más claras y pilosas por el envés, donde presentan una nerviación prominente y pubescente. Los siconos poseen pedúnculos tomentosos y se presentan solitarios o en pares axilares. Son pequeños, de forma ovoide o periforme y de color amarillento o rojizo en su madurez. Son comestibles, especialmente los de la subespecie gnaphalocarpa que tienen un tamaño mayor. Su madera es utilizada por las tribus locales para la fabricación de tambores y bongos. Se reproduce por esquejes.
A la izq., higos del Sicomoro en distinta fase de maduración. A la derecha detalle de la hoja.

Higuera herrumbrosa (Ficus rubiginosa)
OCEANÍA

HIGUERA HERRUMBROSA
Ficus rubiginosa, Desf.
Higuera herrumbrosa, Higuera mohosa, Ficus oxidado, Higuera de Puerto Jackson, Baniano australiano.
Familia: Moraceae.
Etimología: Del latín Ficus= “Higo”; Rubiginosus= “Oxidado” como alusión al color del envés de sus hojas.
Origen: Australia.

Hojas y frutos de la Higuera herrumbrosa.
Descripción:
Árbol perennifolio que alcanza  10-15 m de altura, de fuerte desarrollo y de copa redondeada o aparasolada. Tronco corto y recto, de corteza lisa, a veces algo rugosa, de color gris. Es propenso al desarrollo de raíces aéreas sobre todo en lugares donde la humedad ambiental es elevada. Sus hojas crecen alternas, son de forma ovada o elíptica y de textura coriácea. De color verde oscuro y glabro por el haz, presenta por el envés la peculiaridad de una densa pubescencia de tono rojizo herrumbroso. El margen es entero con el ápice agudo o redondeado. Estas hojas son toxicas si se ingieren. Los siconos son axilares, normalmente presentados a pares, pedunculados y al principio cubiertos por una bráctea caediza. Tienen forma globosa y son de pequeño tamaño, unos 2 cm de diámetro. Son de color amarillento al principio, se tornan rojizos al madurar y están cubiertos por una pubescencia herrumbrosa. Es una de las especies de ficus más resistente al frío y tolerante a la proximidad del mar.

Hojas de Ficus nymphaeifolia (Matapalo)
AMÉRICA

MATAPALOS
En Venezuela y otros países americanos se conocen como “Matapalos” algunas especies de árboles, especialmente del género Ficus, que tienen por característica que siendo en su juventud plantas epífitas (crecen apoyándose en otro árbol), debido a su crecimiento en busca de la luz solar, que es bastante escasa en el piso inferior de la vegetación de la selva, acaban estrangulando al árbol en el que se apoyaron. A menudo terminan matando a este árbol, por ello popularmente siempre se les ha conocido con el nombre de “Matapalo”.
Son Matapalos, por tanto, especies tan conocidas como el “Matapalo extranjero” (Ficus benjamina) o el “Caucho” (Ficus elastica) ambas de origen asiático utilizadas en la actualidad muy habitualmente en la ornamentación de interiores. También entran en esta denominación especies de origen americano como Ficus longifolia, Ficus maxima o Ficus prinoides.
Para terminar con nuestro recorrido por los cinco continentes hemos elegido uno de los Matapalos más extendidos del continente americano, el Ficus nymphaeifolia.

Detalle de los higos de Ficus nymphaeifolia.
Ficus nymphaeifolia, Mill.
Matapalo, Higuerón.
Familia: Moraceae.
Etimología: Del latín Ficus=Higo. La palabra latina Nymphaeifolia deriva de Nymphaea que es el género que contiene el mayor número de especies de nenúfares y de folium que significa “hoja”. Las hojas de este matapalo recuerdan a las de algunos nenúfares.
Lugar de origen: Se distribuye por toda América central y parte de América del sur (Está presente en Nicaragua, Panamá, Costa Rica, Antillas o Guayanas y en países del sur como Venezuela, Perú, Bolivia, Colombia o Brasil).

Descripción:
Es un árbol de 10-15 metros de altura que puede llegar hasta los 30 m en sus zonas de origen. En su juventud nace como planta epífita y en ocasiones desarrolla raíces aéreas que le sirven de soporte. Tiene estípulas lanceoladas, glabras o ligeramente pubescentes. Las hojas están agrupadas en el final de las ramas, son de forma ovada con la base cordada y con dos lóbulos redondeados. Tienen el margen entero o en ocasiones algo ondulado y el ápice puede ser agudo o redondeado. La textura es cartácea o subcoriácea y el color es verde oscuro por el haz y más claro por el envés. Son glabras por ambas caras aunque puede presentar cierta pilosidad en la nervadura del envés. El pecíolo es glabro o ligeramente pubescente. Los siconos crecen  formando pares axilares, de color verde con un ligero punteado. Son sésiles o con un pedúnculo de 1-4 mm de largo. De forma globosa y textura lisa o ligeramente pilosa. Se multiplica por esquejes y acodos aéreos.



REFRANES DE LA HIGUERA
-“La higuera, el pie en el agua y el sol en la cabeza”.
-“Higuera breval, una o dos en cada corral”.
-“Le dice el higo a la breva, ¡déjame libre la higuera!”.
-“De higos a brevas, largas las lleva”.
-“Antes echará uva la higuera, que buena amistad la suegra con la nuera”.
-“Sea tuya la higuera y esté yo a su vera, que comeré higos, quieras o no quieras”.

Thimmamma Marrimanu, baniano mítico situado
 a 25 Km de la ciudad de Kadiri (India).
CURIOSIDADES
Los banianos, al igual que las distintas especies de matapalos, a menudo se van extendiendo desde su enclave original mediante las raíces aéreas que anclan en el suelo. Estas raíces crecen hasta el punto de convertirse en verdaderos troncos independientes del tronco original. Con las constantes formaciones de estas raíces, a veces consiguen extenderse a grandes distancias buscando las condiciones de luz más favorables. Con estos atributos es lógico pensar que sean especies de interés para el libro Guinness de los Récords. Así, el baniano más famoso es el del Jardín Botánico de Calcuta, que tiene más de 230 años y ocupa una superficie de 12.000 metros cuadrados y cuyo tronco principal tiene una circunferencia de doce metros. Sin embargo y a pesar de su fama no es este el baniano que figura en el libro de récords por su tamaño sino otro situado también en la India, a 25 Km. de la ciudad de Kadiri. Tiene unos 550 años, ocupa una extensión de 21.000 metros cuadrados y tiene 1.100 raíces columnares. Los lugareños le pusieron el nombre de Thimmamma Marrimanu y tiene su propia leyenda.
Templo dedicado a Thimmamma.
Según la leyenda este baniano toma el nombre de “Thimmamma”, una mujer justa que sirvió con devoción a su marido enfermo. Thimmamma era la hija de Sennakka Venkatappa y de Mangamma que pertenecían a una comunidad de comerciantes llamada Balija Setti, durante el imperio de la dinastía Kakatiya. Ella estaba casada con Bala Veerayya. Su marido murió  en 1434 tras una larga enfermedad, después de lo cual Thimmamma se inmoló siguiendo el rito del Satí. En el marco del hinduismo, el Satí es un rito que consiste en el sacrificio voluntario (a veces no tan voluntario)  de una esposa en la pira funeraria de su marido como acto final de “lealtad y devoción”. En vida ella había adquirido la fama de poseer poderes místicos cuando supuestamente hizo resucitar a dos palomas muertas e incluso se dice que hizo lo mismo resucitando a un gemelo. Esta fama de mística apoyó la idea entre los lugareños de que la mujer se reencarnó en el actual baniano de Kadiri, pues dicen que este árbol creció en el lugar donde se colocó la pira funeraria donde murió Thimmamma. Se cree que todavía vive en el árbol, por eso no deja de crecer. Actualmente hay un templo levantado en el centro de este gigante en honor de esta mujer, lugar que es visitado por multitud de parejas sin descendencia en la creencia de que si rezan a Thimmamma, según la leyenda, serán bendecidos con hijos en los años siguientes.