miércoles, 23 de mayo de 2012

LOS ARCES DEL ESTE DE NORTEAMÉRICA


     Los indios iroqueses son un pueblo nativo de América del norte que han sabido conservar sus tradiciones y sus leyendas sin utilizar la escritura. En su lugar utilizaban unos dibujos o “pictogramas” que representaban las diversas escenas. Gracias a estos pictogramas hemos llegado a conocer alguna de esas magníficas leyendas como la que vamos a exponer a continuación. Se trata del “Cuento del Oso gigante y la Osa Mayor”.
     Hemos pensado que, tratándose de un cuento, lo mejor era que los propios niños nos lo contaran y hemos encontrado este video realizado en Diciembre de 2011 por el 2º y 3º Ciclo de Educación Primaria del Aula Benia C -CRA Picos de Europa. Ellos interpretan una versión del “Cuento del Oso gigante y la Osa Mayor” extraído del libro de cuentos “Quincemundos” de Teresa Durán, Edit. Grao, utilizando los pictogramas que aparecen en el libro y que a su vez han sido extraídos del libro “Cuentos de los indios iroqueses”, Edit. Miraguano, 1984, recopilación de leyendas iroquesas realizada por su autor, Tehanetorens al que se debe además la autoría de los pictogramas.




CAROTENOIDES Y ANTOCIANINAS
     Por nuestra parte no dudamos que fue la sangre del gigantesco oso que aterrorizaba al pueblo mohawk herido por los valientes guerreros que le persiguieron hasta los confines del firmamento, la causante del espectáculo de colorido y belleza que el otoño otorga a los húmedos bosques caducifolios de la fachada atlántica de Norteamérica. De una manera absolutamente carente de poesía la ciencia descubrió que en realidad la responsabilidad recaía en unos vulgares pigmentos. Empezando por la clorofila que proporciona a las hojas sus tonalidades verdosas durante el período vegetativo cuando se realiza el proceso de fotosíntesis gracias a la abundancia de luz solar, agua y dióxido de carbono. Con la llegada del otoño, preludio de una época de escasez de recursos, se produce la desintegración de la clorofila, apareciendo otros pigmentos que eran invisibles pero que ya se encontraban en sus hojas. Así, los carotenoides confieren a las hojas sus tonalidades amarillas y las antocianinas sus tonos rojizos, anaranjados y violetas.

LOS ARCES DEL ESTE DE NORTEAMÉRICA

     Con tan fastuoso espectáculo colorista provocado por la sangre del oso gigante al teñir las hojas y, haciendo un repaso por la vegetación originaria de la zona, hemos pensado que sin duda los árboles teñidos debieron ser arces.
     Vamos a conocer a continuación algunas de las principales especies de arces con las que se pudieron encontrar el oso y sus perseguidores.

Hojas de arce rojo americano (Acer rubrum). A la derecha color otoñal.
ARCE ROJO AMERICANO
Acer rubrum, L.
Arce rojo americano, arce del Canadá, arce rojo.
Familia: Aceraceae.
Etimología: La procedencia del nombre del género es incierta aunque una de las teorías más extendidas es que proviene del latín  acer,-is, que significa “afilado” en referencia probablemente a las puntas de las hojas o a la calidad de la madera utilizada en la fabricación de lanzas. La palabra rubrum proviene del latín y significa “de color rojo claro”.
Lugar de origen: Este de Norteamérica.
Descripción:
Árbol caduco de tamaño medio-grande que puede llegar a alcanzar los 30 m. de altura y con una longevidad media de entre 100 y 200 años de vida. La forma del árbol es bastante variable por lo que la manera más fácil de identificarlo y distinguirlo de otros arces es por sus hojas. Éstas son de 5-10 cm de longitud y de igual o similar anchura. Están formadas por 3 o 5 lóbulos dentados. El haz de la hoja es de color verde claro mientras que el envés es de un color más blanquecino, coloración que cambia en el otoño hasta tomar un color rojo brillante por ambas caras. Los tallos de las hojas son rojas al igual que las ramas lampiñas, que van evolucionando del rojo al marrón. Las flores masculinas y femeninas se presentan en grupos separados, normalmente dentro del mismo árbol. Las flores femeninas salen en la punta de las ramas, son rojas con 5 pequeños pétalos y sépalos terminales agrupados. Las masculinas están formadas por estambres amarillos que salen de unos pequeñísimos brotes de las ramas. Aunque normalmente ambos tipos de flores se encuentran en el mismo árbol, en ejemplares jóvenes es posible que sólo produzcan un solo tipo. El fruto es una sámara de color variable entre rojo, marrón o amarillo. Están formadas por semillas aladas unidas en parejas en un ángulo de entre 50 y 60 grados y maduran a finales de mayo o principios de junio. El arce rojo americano con frecuencia hibrida con el arce plateado (Acer saccharinum) formando una especie intermedia conocida como Acer x freemanii.

Arce rojo americano. Izq. detalle de la flor. Centro espectacular follaje otoñal. Derecha frutos (sámaras)
Hojas del arce de Pensilvania (Acer pensylvanicum). A la derecha color otoñal.
ARCE DE PENSILVANIA
Acer pensylvanicum,  L.
Arce de Pensilvania, arce de piel de serpiente.
Familia: Aceraceae.
Etimología: Del latín acer,-is, que significa “afilado”. Pensylvanicum = de Pensilvania.
Lugar de origen: Bosques norteños del este de Norteamérica.
Descripción:
Es un árbol caducifolio de pequeño tamaño que puede medir de 5 a 10 metros de altura. Puede persistir durante años como arbusto secundario pequeño. La corteza es estriada, verde con rayas longitudinales blancas cuando es joven y marrón-rojizo con bandas blancas al envejecer. Las hojas son simples, opuestas y formadas por tres lóbulos puntiagudos con el margen aserrado. Son anchas y suaves de entre 8 y 15 cm, casi glabras y de color verde claro por el haz y aún más pálidas por el envés tornándose amarillas en el otoño. Las flores aparecen después que las hojas, a finales de mayo o principios de junio. Son de tamaño pequeño y se presentan en racimos largos y colgantes. De estos largos racimos surgen los frutos de color verde pálido. Son de cerca de 3 cm. de largo y constan de dos semillas aladas formando ángulos abiertos de hasta 145 grados. Poseen un pedicelo visible veteado y maduran en agosto.

Detalles de la corteza estriada característica del arce de Pensilvania. A la derecha frutos (sámaras).
Hojas del arce plateado (Acer saccharinum). A la derecha color otoñal. 

ARCE PLATEADO

Acer saccharinum, L.
Arce plateado, arce blanco americano, arce sacarino, arce del azúcar, arce de Florida.
Familia: Aceraceae.
Etimología: Del latín acer,-is, que significa “afilado”. La palabra latina saccharinum significa “azucarado”.
Lugar de origen: Centro y este de Norteamérica.
Descripción:
Es un árbol caducifolio con forma de columna alargada de hasta 30 metros de altura, con la corteza gris, lisa de joven y agrietada con la edad. Las hojas son simples, opuestas y de forma palmada dividida en cinco lóbulos y fuertemente dentadas. Tienen el haz verde brillante y el envés plateado, tornando en el otoño hacia colores púrpuras o amarillos. Las flores  son pequeñas, de color verde amarillento y se reúnen en panículas que surgen antes que las hojas durante la primavera. Son hermafroditas y unisexuales. Los frutos son sámaras de gran tamaño compuestas por dos semillas aladas dispuestas entre si en ángulo recto con el margen interno arqueado, siendo habitual que una de las dos semillas resulte vana. A diferencia de otros arces cuyas semillas maduran en otoño, estas lo hacen a finales de la primavera o principio de verano.

Flor y frutos del arce plateado. Obsérvese a la derecha como es habitual
que una de las dos semillas del fruto resulte vana.
Tres fases diferentes de las hojas del arce azucarero (Acer saccharum).

ARCE AZUCARERO

Acer saccharum, Marsh.
Arce azucarero, arce del azúcar, arce ojo de perdiz, ingl.: maple sugar.
Familia: Aceraceae.
Etimología: Del latín acer,-is, que significa “afilado”. La palabra latina saccharum significa “azúcar”.
Lugar de origen: Este de Norteamérica.
Descripción:
Es un árbol de porte extendido que puede llegar a alcanzar los 35 metros de altura, de corteza grisácea, de joven lisa y agrietada con la edad. Sus hojas son caducas de unos 15 X 15 cm, son pentalobuladas (cinco lóbulos de los cuales los tres centrales son de mayor tamaño) y acuminadas con el margen algo dentado. Durante el período vegetativo muestran un color verde oscuro por el haz y más claro y azulado por el envés presentando algo de pilosidad en las axilas de los nervios. Con la llegada del otoño adquieren colores que van desde el amarillo, el naranja o el rojo. Las flores se presentan reunidas en corimbos colgantes y son de tamaño pequeño  y de color amarillo verdoso. Estas flores terminan fructificando en sámaras aladas algo divergentes. Debido a su gran valor ornamental se han producido decenas de variedades de esta especie, sin embargo el uso tradicional más conocido de este árbol es la fabricación del “jarabe de arce” extraído de su savia.

Flores colgantes y frutos (sámaras) del arce azucarero.

EL JARABE DE ARCE

     El jarabe de arce o sirope de arce es un suplemento alimenticio extraído de la savia de los arces provenientes de los bosques de Canadá y norte de Estados Unidos donde los indios ya conocían el arte de la extracción de su dulce savia. La mayoría de los arces pueden ser utilizados para fabricar el jarabe pero los más adecuados son el arce azucarero (Acer saccharum) y el arce negro (Acer nigrum). Para extraer la savia se perforan los troncos de los árboles y se introducen unos tubos llamados “spiles”. Por ellos irá goteando la savia que se irá recogiendo en baldes hasta tener las cantidades necesarias para la fabricación del sirope, teniendo en cuenta que para hacer un litro de jarabe se necesitan aproximadamente 40 litros de savia. Las granjas de producción del jarabe se denominan “chozas de azúcar” o “casas de azúcar”. Allí se cuece la savia hasta que el jarabe fluye a través de los deflectores de una cacerola, volviéndose cada vez más espeso y siendo extraído cuando el espesor es el adecuado. Durante el proceso de reducción se le suele añadir un poco de manteca para que la savia no haga espuma al hervir.
     En Estados Unidos, el jarabe de arce y sus imitaciones artificiales son los aderezos preferidos para crepes, gofres y tortitas pero en Canadá, y especialmente en la provincia de Quebec principal productor del jarabe de arce estas imitaciones de baja calidad son con frecuencia motivo de sorna y les llaman con desprecio “sirop de poteau” (“jarabe de poste”) refiriéndose a que parecen haber sido sustraídos de postes de teléfono.

Tribu miembro de la Confederación iroquesa.

LA CONFEDERACIÓN IROQUESA

     Varios siglos antes de la llegada de los invasores y colonizadores españoles al Nuevo Mundo, cuando los estados europeos, sumidos en la oscuridad del medievo, se debatían en interminables guerras y conflictos por el poder, la religión y el territorio, sometidos sus habitantes por regímenes feudales y creencias supersticiosas, con unas relaciones entre hombres no iguales basadas en el señorío y el vasallaje, en los extensos bosques orientales de Norteamérica, territorios aún desconocidos para el Viejo Mundo, al pie de las montañas Adirondack y junto a los Grandes Lagos, un grupo de pueblos indígenas se unieron para establecer la Confederación Iroquesa, Haudenosaunee (el pueblo de la Casa Grande), basada en principios democráticos universales de consenso e igualdad.
     El Gran Pacificador, Deganawida, y su valedor Hiawatha persuadieron a las Cinco Naciones (Seneca, Cayuga, Onondaga, Oneida y Mohawk) unidas ya por una lengua común, a enterrar sus diferencias y sus armas de guerra bajo el Árbol de la Paz. Dotados de una constitución, la Gran Ley de la Paz, cada pueblo aportaba un número variable de representantes al Consejo de la Confederación donde las propuestas eran debatidas y consensuadas antes de tomar una decisión. Además, cada tribu desempeñaba una labor dentro de la Unión dependiendo de la situación de sus áreas de influencia: Así, los Onondaga, en el centro de la Confederación eran los Guardianes del Fuego, detentaban la presidencia y en sus tierras se celebraban las asambleas. Mohawk y Seneca eran los Hermanos Mayores y custodiaban las puertas del Este y del Oeste, respectivamente. Los Cayuga, el Pueblo de los Grandes Pantanos y los Oneida, el Pueblo de la Piedra Erguida, constituían los llamados Hermanos Menores.
     Su estructura social era matrilineal en la que una mujer anciana era elegida jefa del clan y proponía a los jefes militares. Sólo las mujeres podían ser jefas de un clan y sólo los hombres podían dirigir las acciones de guerra.
     Hacia 1720 las Cinco Naciones permitieron la entrada en la Confederación  de la tribu Tuscarola pasando a denominarse desde entonces Liga de las Seis Naciones.
     El contacto con el hombre blanco y sus enfermedades fue diezmando una población que en su apogeo llegó a contar con más de doscientos mil miembros. La independencia de las Colonias Británicas y la creación de los Estados Unidos supuso la pérdida de su reconocimiento como nación soberana. La continua merma de sus territorios y la paulatina dispersión de sus habitantes acabó finalmente con la primera democracia del mundo moderno, una democracia auténtica sin líderes autoritarios ni clases sociales, sin ricos ni pobres, sin amos ni esclavos.

5 comentarios:

  1. Estupenda entrada. El cuento, una preciosidad y la descripción de las distintas variedades de arce, una lección magistral de botánica. Debe ser un espectáculo ver los bosques de arce con esas tonalidades en sus hojas.
    Saludos

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  2. Sabrias decirme si el ARCE y el ALERCE son el mismo arbol
    Gracias

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  3. Canthueso, no es el mismo árbol. Los alerces son coníferas emparentadas con los pinos (Familia Pinaceae). Habitan en la taiga y en cordilleras de la región Eurosoberiana (Alerce común-Larix decidua) pero no en la Península Ibérica. La única característica común con los arces es que se desprenden de sus hojas en otoño, es decir son "deciduos", como su nombre científico así lo atestigua.
    Saludos.

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  4. Buenas, yo querría saber si el acer saccharum soporta bien el calor y la falta de humedad, por ejemplo, si puede adaptarse bien al clima continental. Gracias

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    1. Hola Aina, el Acer saccharum habita en las regiones de influencia atlántica de Norteamérica, en Canadá y Estados Unidos, con veranos templados y húmedos e inviernos fríos con frecuentes nevadas. Si puede elegir prefiere laderas frescas o fondos de valle con suelos profundos. En el clima continental de veranos largos y secos de la meseta castellana tendríamos que proporcionarle riego adicional durante el período vegetativo, no así en la fachada atlántica de la región eurosiberiana que reúne condiciones óptimas para esta especie.

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