De cuando en cuando el tiempo se aprieta o se dilata a capricho, a veces nos sorprende, nos turba y nos sacude con sus asombrosas maneras de acontecer. Soy el perpetuo fascinado del lapso, de la era, del momento y de la eternidad.
Millones de años se comprimen en esta pequeña reliquia petrificada que atesoro entre mis manos, fragmento de historia fósil en la que se dibujan con insólita perfección las formas inequívocas de una ramita de árbol, con sus diminutas hojitas bien delineadas y en tiempos repletas de vida. Reflexiones como esta son, en esencia, el origen de mi dedicación vocacional a la paleontología y la paleobotánica, esta ciencia que algunos con descaro tildan de “chaladura”.
¿Se imaginan que..., por ejemplo, apareciese de repente en el jardín de su casa, burlando todas las leyes de la lógica e incluso de la física, un imponente Mamut, con sus colmillos de tres metros, embarcado directamente desde el Pleistoceno?, ¿... o que un robusto Neandertal de poco más de metro y medio le invitara a cenar a su cueva después de 28.000 años sin dar señales de vida?. Seguramente se sentiría perplejo, quizás exaltado y tal vez alarmado. Pues bien, una suma de todas estas sensaciones son las que experimento yo en estos momentos. Hace cuatro días, justo los que llevo sin dormir, me anunciaron la posibilidad de que esta ramita fosilizada, que descubrí hace tiempo y que hoy he desempolvado, cuya especie no se conocía y a la que modestamente me permití el atrevimiento de bautizar, podría haber sido hallada viva en una pequeña población de China. Veinte millones de años después de la fecha en la que yo mismo y mis colegas creíamos extinguida aparece en el presente, ¡como por arte de magia!, ¡¡¿cómo un ser de más de cuarenta metros de altura ha podido esconderse de nuestros ojos tanto tiempo?!!.
Así llevo días inmerso en un estado de desasosiego permanente esperando la llamada de mi colega el doctor Hu confirmando o desmintiendo la veracidad de esta noticia. Hoy sin duda ha de ser la fecha clave de mi vida profesional, el día en que se realicen todos mis anhelos o que se desvanezcan todas mis esperanzas. Es tan elevado mi estado de excitación que creo que no voy a poder esperar más. Si me disculpan un momento voy a hacer una llamada......
......Perdonen que haya tardado tanto, estoy un poco afligido. Las noticias no han sido buenas y se han cumplido mis peores temores....¡¡¡El maldito teléfono se ha vuelto a estropear!!!.
METASECUOYA
Metasequoia glyptostroboides, Hu & W. C. Cheng
Secuoya de hojas caedizas, Sequoia del alba, Abeto de agua, Falsa secuoya.
Familia: Taxodiadeae.
Etimología: El prefijo “meta” viene del griego “cercano a” con lo que Metasecuoya significaría “cercano a los Secuoyas” (recordemos que Secuoya debe su nombre al mestizo cherokee llamado Sequoyah , inventor de un sistema de escritura que permitió interpretar el idioma de los indios cherokee).
Lugar de origen: ChinaDescripción:
Árbol caducifolio, monoico, de crecimiento rápido, que llega a alcanzar los 40-50 m de altura. Es una conífera de porte estrechamente cónico. Las hojas están enfrentadas y son similares a las de los secuoyas aunque en los metasecuoyas caen en el otoño. Son acículas aplanadas de 0,8 a 2 cm de longitud, con el haz verde glauco y el envés amarillento, cambiando a un rojo parduzco en la caída otoñal. Los conos son subglobosos, de 15 a 25 mm de diámetro, formados por escamas leñosas opuestas que caen después de la maduración 8 o 9 meses después de la polinización. Los estróbilos femeninos poseen un pedúnculo largo y contienen dos semillas por escama. Los conos masculinos tienen de 5 a 6 milímetros de largo, produciendo el polen a principio de la primavera y tienen la peculiaridad de que solamente se producen en los árboles que crecen en regiones con veranos cálidos.
Cultivo: Necesita terrenos húmedos, en su hábitat natural se cría en márgenes de ríos. Prefiere suelos ácidos y exposición soleada. La reproducción se realiza por semillas que germinan fácilmente aunque también se pude reproducir mediante esquejes leñosos (en vivero al principio de la primavera) o semileñosos que enraízan con facilidad bajo niebla si se les coge en verano.
Utilización: Al ser un ejemplar de grandes dimensiones es ideal para grandes parques siendo muy utilizada como planta ornamental por el color dorado que toma en otoño. Los nativos chinos utilizan las ramas y las hojas como forraje para el ganado.
Propiedades: Se ha descubierto recientemente que contiene PNP (péptido natri-urético de planta) aplicándose en el tratamiento de la obesidad y más particularmente como composición adelgazante en el campo de la cosmética.
Enfermedades y plagas: No tiene problemas sanitarios específicos por lo que únicamente nos debemos preocupar de prevenir el ataque de áfidos (pulgones) y el desarrollo de enfermedades causadas por hongos, a menudo favorecidas por el clima fresco y húmedo.
En una época en la que el hombre ansía explorar el espacio y conocer otros mundos resulta extraño pensar que en nuestro propio planeta aun haya cosas por descubrir. Recientemente hemos oído como en los últimos años se han ido encontrando nuevas especies abisales, habitantes de las profundidades de los océanos. Lo mismo ocurre con una gran cantidad de invertebrados que continuamente se van descubriendo en lugares remotos y no tan remotos de la tierra. Más raro resulta encontrar nuevas especies vegetales de gran tamaño como ocurrió en el siglo pasado con las Metasecuoyas, especie que se consideraba extinguida hace veinte millones de años.
Cuando en 1941 el paleobotánico japonés Shigeru Miki (1901-1974), encontró unos fósiles bien conservados de una especie vegetal que en principio parecía una secuoya no podía imaginar la importancia que iba a adquirir este hallazgo. Al observar los restos con detenimiento pudo darse cuenta que tenían características diferentes a las de los secuoyas y al advertir que se trataba de una especie nueva decidió ponerla el nombre de Metasecuoya. Paralelamente llegaban noticias de que en la apartada región de Sichuan en China, concretamente en la población de Modaoqi situada al este, se habían encontrado unos árboles de gran tamaño que no se habían podido identificar y al que los campesinos de aquellos lugares llamaban “abeto de agua”. Cuando por fin en 1946 una muestra de estos árboles cayó en manos del Doctor Hu, que en esos momento era el director del Fan Memorial Institute de Beijing y que conocía los estudios paleontológicos del Dr. Miki, llegó a la conclusión de que este nuevo árbol era en realidad la Metasecuoya que había hallado años antes el científico japonés en estado fósil y que se creía extinguida. Posteriormente distintas expediciones culminaron con el hallazgo de nuevos bosques en estado salvaje llegando a calcularse una población estimada de metasecuoyas de unos 6.000 ejemplares. A partir de estos primeros árboles encontrados se han distribuido semillas por todo el mundo por lo que en la actualidad no es difícil encontrarlos en parques y jardines.
El género Metasequoia consta de una sola especie viva, Metasequoia glyptostroboides, pero se conocen otras en estado fósil que se han encontrado en numerosas zonas del Hemisferio Norte, desde la isla Axel Heiberg (al norte de Canadá) hasta las Badlands situadas al oeste de Dakota del Norte en Estados Unidos. Se han estudiado una veintena de fósiles que al final han quedado reducidas a tres únicas especies Metasequoia foxii, Metasequoia milleri, y Metasequoia occidentalis.
Como hemos visto, las metasecuoyas habían sido abundantes hace millones de años y milagrosamente habían sobrevivido a la extinción en una remota zona de China.
Felicidades por esta estupenda entrada , de verdad. Me encantan estos árboles aunque tengo que reconocer que me atraen un poco mas las colosales Secuoyas de América. Pero lo que no cabe ninguna duda es que la historia del descubrimiento tan reciente de esta especie es fascinante. También quiero apoyarte en tus inquietudes ya que al igual que tu pienso que la Paleobotánica es muy interesante e importante. Saludos
ResponderEliminarTienes razón de sentirte así yo me sentiría igual, haces un trabajo muy importante para todos nosotros que ignoramos tanto. Gracias por darnos a conocer un poco de estos árboles tan antiguos.
ResponderEliminarHasta pronto, un abrazo.
QUE lindo blogue parabéns e um grande abraço de ORQUIDEASALMEIDA@HOTMAIL.COM
ResponderEliminarLa verdad es que estoy encantado de haber encontrado este blog (A partir de que siguieras el mío), le he echado un vistazo rápido y me ha parecido bastante útil, sobre todo en las entradas referentes a la flora autóctona que tenemos por nuestra zona geográfica, Somos casi vecinos.
ResponderEliminarPor otra parte, siempre me ha llamado mucho la atención las enormes dimensiones que adquieren las secuoyas que habitan en EEUU, es de largo uno de los árboles que debemos ver por lo menos una vez en la vida.
Un saludo.