Este
bosque tan umbrío, ahora iluminado por las luces claras del otoño,
bulle de vida bajo la hojarasca. Innumerables organismos afanados en
la digna tarea del reciclaje se encargan de incorporar al reino
mineral lo que no ha mucho tiempo formó parte de un ser vivo
generando un suelo rico en nutrientes asimilables por los gigantes
arbóreos y su pequeña corte de acompañantes. Aquí, en la tupida
fronda, a veces la humedad es tan elevada que resulta casi asfixiante
pero hoy la lluvia cae con mansedumbre, repiquetea en las hojas y
empapa la tierra que la absorbe toda como si fuera una esponja. Puedo
notarla ya sobre mi único pie así que tal vez sea la hora de
asomarse a ver qué se está cocinando ahí fuera. Tengo que matizar,
sin embargo, que no sólo el suelo del bosque con su fértil capa de
orgánico humus está capacitado para retener la más pertinaz de las
lluvias, por el contrario nosotros, los de mi clase, sí que somos
verdaderas esponjas, no en vano estamos hechos hasta en un 90% de
pura agua.
He
crecido al borde de las egoístas hayas pero mi verdadero socio es el
monumental roble que domina el claro. Somos socios, en efecto, con
carácter vitalicio, él me proporciona el alimento que necesito y yo
le transfiero sustancias minerales en un tipo de relación simbiótica
que llaman micorriza.
Por
cierto, si por azar llegaras a encontrarme, te recomiendo que no me
recolectes, pero sobre todo, ¡no se te ocurra comerme! Déjame donde
me hallo, mi labor es mucho más valorada aquí en el bosque donde
nadie me identifica con el signo doble de la calavera: ¡¡Soy una
oronja verde!!.
Pico negro (Dryocopus martius), ave conocida en Asturias como "Picafayes" |
EL
PICAFAYES
Vale,
ya veo que habéis elegido a una seta, nada vulgar, es cierto, pero
¡una seta!, mortal por más señas, para introducirnos en el
fascinante mundo de uno de los árboles que más ha calado en el
acervo y la cultura europeos. ¡No había nadie más apropiado!.
Pero
yo, humildemente, tengo mucho más que decir porque nací en el
corazón de un haya a 17 metros de altura. Mi cuna fue una cálida
oquedad que mis laboriosos progenitores horadaron en su tronco. Allí
vine al mundo en compañía de otras cuatro bolitas rosadas como yo.
Aún tardé tres semanas en ver la luz del sol el día que me atreví
a sacar la cabeza, ya completamente emplumado, por la redondeada
abertura que comunicaba con el espacio exterior, un mundo de belleza
insuperable tan lleno de vida como de peligros. Pero hasta hoy, "toco
madera", he sabido sortearlos todos no sin una nada desdeñable
dosis de fortuna.
En
fin, sé tanto de hayas como de hadas, no en vano siempre he vivido
aquí, en el bosque de vuestros cuentos.
(Os
dejo como regalo el resonar de mi tamborileo y mi inquietante llamada
en el corazón de la espesura).
Porte de ejemplar aislado de Fagus sylvatica. |
HAYA EUROPEA
Fagus sylvatica,
L.
Cast.:
Haya, haya europea, hayuco. Gall.:
Faia, faya. Astur:
Faya, fayuco. Eusk.:
Pago, fafoa. Cat.:
Faig.
Familia:
Fagaceae.
Etimología:
El nombre genérico deriva del latín Fagus
que a su vez viene del griego Phegos
que quiere decir "comestible" en referencia a sus frutos.
Sylvatica
proviene del latín silvaticus
que significa silvestre, que es propio de la selva o los bosques,
selvático.
Lugar de origen:
Centro y Oeste de Europa.
Descripción:
El haya es un árbol de
crecimiento lento que alcanza un gran porte, de 30-40 m de altura,
cuyo tronco generalmente es columnar, algo más irregular cuando
crece aislado, presentando las ramas habitualmente zigzagueantes. Su
corteza es lisa, verdosa de joven, adquiriendo más tarde su
característico color gris ceniza definitivo. Las hojas son caducas,
de color verde al principio, tomando al llegar el otoño sus
característicos tonos anaranjados y rojizos. Son simples, en
disposición alterna, de forma ovalada y con el borde ondulado, con
un vello sedoso característico. Florece en abril y mayo y tiene
flores masculinas y femeninas; las masculinas son globosas con un
gran numero de estambres por flor y se presentan colgantes con
pedúnculos largos, las femeninas sin embargo tienen pedúnculos
cortos y erectos y se presentan en el extremo del brote en grupos de
dos, a veces de tres. Los frutos son una especie de cúpula erizada
que normalmente aparecen cuando el árbol supera los 20 años. Estos
"erizos" de picos blandos se abren en cuatro valvas
liberando unas semillas que son comestibles y se llaman "hayucos".
La forma de los hayucos es triangular, parecidas a pequeñas castañas
alargadas y lustrosas y que están consideradas como "frutos
secos".
Cultivo:
Es un árbol de climas
frescos, prefiriendo las zonas sombreadas aunque soporta bien las
exposiciones solares. Cuando son jóvenes les afectan más las
inclemencias climatológicas como heladas o sequías pero con el
tiempo se van haciendo más resistentes. De forma natural crecen en
altura, entre 400 y 1800 metros, donde las temperaturas no son muy
elevadas y la humedad atmosférica es constante. Tolera casi todo
tipo de suelos aunque prefiere los neutros o ligeramente básicos.
Son resistentes a las podas por lo que es aconsejable
realizarlas con cierta frecuencia. Se reproducen por semillas, las
cuales no se deben dejar secar para garantizar que germinen con
facilidad. Es una planta poco apta para la multiplicación mediante
esquejes.
Evolución de la floración hasta la liberación de los hayucos. |
Utilización:
Además de su valor
ornamental, debido sobre todo al colorido de sus hojas en la época
otoñal, el haya se ha utilizado tradicionalmente en carpintería
pues su madera es muy fácil de trabajar, fabricándose con ella todo
tipo de herramientas agrícolas, muebles o instrumentos musicales.
Como ya hemos comentado,
sus semillas (hayucos) son consideradas frutos secos y se consumen
tostándolas o en crudo, salándolas y dejando secar. Con los hayucos
molidos también se confeccionaba una harina para hacer pan o
incluso, de estas semillas se extraía un aceite que usaban para
cocinar o para iluminar lámparas.
Semillas liberadas del haya europea. Estas semillas son comestibles y se conocen como "hayucos". |
Propiedades
medicinales:
Desde siempre se ha
empleado en procesos gripales, resfriados o bronquitis. De la
destilación seca de las ramas se obtiene la "creosata" que
es un compuesto fenólico que tiene propiedades balsámicas y
antisépticas.
Plagas y enfermedades:
El haya es atacado por
diferentes hongos como Ungulina
marginata, Fomes connatus o Ganoderma applanatum
que producen enfermedades como "el corazón rojo" o el
"pasmo" del haya. Entre las plagas destacan los insectos
comedores de hojas y flores como una especie de gorgojo llamado
Orchestes fagi o
la oruga de la mariposa "lagarta cola parda" (Euproctis
chrysorrhoea).
Refranes:
-Mal haya carbón de
haya: Juego de palabras con el
que se menosprecia el carbón obtenido de este árbol.
-A tierra de hayas,
nunca vayas: Este refrán
desaconseja los lugares donde habita el haya por ser propio de
tierras frías.
-El acebo le dijo al
haya que si fuera por la vergüenza ardería hasta en el agua: Se
refiere a la facilidad con la que arde la madera del haya, que arde
hasta verde por ser rica en aceites.
Adentrarse en un bosque de hayas en otoño es entrar en un mundo mágico como podemos ver en este Hayedo de la Tejera Negra, en la provincia de Guadalajara. |
HAYA ORIENTAL
Fagus orientalis,
Lipsli
Haya oriental, haya del
Asia Menor.
Familia:
Fagaceae.
Etimología:
El nombre genérico deriva del latín Fagus
que a su vez viene del griego Phegos
que quiere decir "comestible" en referencia a sus frutos.
Orientalis
viene del latín y significa "oriental", "del este".
Lugar de origen:
Europa oriental y Asia Menor. Convive con
el haya común en la zona de los Balcanes y noroeste de Turquía
donde es fácil encontrar híbridos (Fagus
x taurica).
Descripción:
El haya oriental es un
árbol de gran tamaño que puede alcanzar los 30-40 metros de altura
cuya corteza es de color gris pálido y textura lisa aunque a veces
pueda presentar surcos. Sus hojas caducas son obovadas o elípticas,
de unos 12 cm de largo por 6 cm de ancho, algo más grandes y
alargadas que las del haya europea. Se presentan normalmente con el
margen ondulado, entero o ligeramente dentado con hasta 12 pares de
nervios. Son lampiñas y de color verde oscuro por el haz mientras
que por el envés se resaltan los nervios y presenta numerosos pelos
sedosos. Con la llegada del otoño las hojas tornan a tonalidades
amarillas y marrones. Las flores son pequeñas, las masculinas son de
color amarillo y las femeninas verdes. Aparecen a mediados de la
primavera y se presentan en inflorescencias separadas sobre el mismo
pie. El fruto es una cápsula híspida de unos dos centímetros y
medio de largo que contienen de 2 a 3 hayucos pequeños y
comestibles.
El haya oriental (Fagus orientalis) tiene las hojas más grandes y alargadas que su pariente europeo y su coloración otoñal tiene tonalidades amarillas y marrones. |
Cultivo:
Es tolerante con la
mayorías de los tipos de suelo incluyendo suelos calcáreos. El
terreno tiene que estar bien drenado y con humedad regular
aunque los árboles más grandes pueden tolerar la sequía ocasional.
De jóvenes son tolerantes a las zonas muy sombreadas pero conforme
van creciendo necesitan una exposición más soleada. Se reproducen
mediante semillas frescas sembradas en otoño y las plántulas
obtenidas se deben transplantar lo antes posible pues cuanto más
grandes se hagan estas plantas más difícil será que supere el
transplante. La reproducción a partir de esquejes es altamente
improbable.
Utilización:
El haya oriental se
utiliza como árbol de sombra, ideal para grandes fincas, parques y
jardines, valorado por su porte señorial y el vistoso color otoñal
de su follaje. Al igual que el haya común su madera es muy valorada
para la fabricación de muebles. También los hayucos son comestibles
y son una fuente importante de alimento, sobre todo para la fauna que
habita en los alrededores.
Flores y frutos del haya oriental (Fagus orientalis). |
HAYA AMERICANA
Fagus grandifolia,
Ehrh, 1788
Haya americana, haya roja,
haya blanca, haya de hoja grande.
Familia:
Fagaceae.
Etimología:
El nombre genérico deriva del latín Fagus
que a su vez viene del griego Phegos
que quiere decir "comestible" en referencia a sus frutos.
Grandifolia
viene del latín y significa "de hojas grandes".
Lugar de origen: Este
de Norteamérica.
Descripción:
El haya americana es un
árbol caducifolio que alcanza los 25-30 m de altura que posee una
copa piramidal y un tronco robusto provisto de una corteza delgada de
color plateado con tonalidades azuladas. Suele emitir retoños desde
la raíz. Sus hojas son ovadas o elípticas, más grandes y alargadas
que el haya europea, de unos 12 cm (raramente 15 cm) de largo por 6
cm de ancho, acuminadas, serradas, al principio con pelos sedosos
luego lampiñas o casi lampiñas. Tienen el haz de color verde oscuro
brillante mientras que el envés es más pálido. En otoño se
vuelven amarillas antes de su caída estacional. Las flores son
pequeñas, las masculinas de color amarillo y las femeninas verdes.
Ambas se presentan a mediados de verano en inflorescencias separadas
sobre el mismo pie. Su fruto consiste en un involucro llamado cúpula
de 2,5 cm de largo y que se abre en cuatro valvas leñosas cubiertas
de largas espinas. En su interior aparecen de 1 a 3 hayucos, que son
pequeñas nueces comestibles de forma trígona con el pericarpio
rojizo.
Las hojas del haya americana (Fagus grandifolia) son las de mayor tamaño de estas tres especies. Las tonalidades otoñales son amarillentas no alcanzando los tonos naranja de su pariente europea. |
Cultivo:
Este haya prefiere
terrenos ligeros, ricos en nutrientes y perfectamente drenados (no
resultan adecuados aquellos suelos que quedan anegados pues
producirían la podredumbre de sus raíces y la aparición de
hongos). Raramente se encuentra en suelos de piedra caliza. Es una
especie adaptada a los ambientes sombríos y por lo tanto huye del
exceso de luz solar. Se reproduce normalmente mediante semillas que
tienen un gran promedio de germinación. En sus medios naturales
estas semillas son transportadas por roedores o por algunas aves como
las urracas hasta los nuevos emplazamientos de siembra. Estas hayas
también se reproducen mediante el transplante de los vástagos que
suele emitir desde la raíz.
Utilización:
El haya americana tiene un
gran valor en la industria maderera pues su madera es pesada, dura y
resistente. Esta madera se utiliza sobre todo para la fabricación de
herramientas, muebles y revestimiento de suelos (parquet). En
ocasiones se utiliza como planta ornamental pero mucho menos que el
haya europea.
Detalles de la floración y el fruto del haya americana (Fagus grandifolia). |
Propiedades
medicinales:
Los nativos americanos
utilizaban sus hojas para curar las quemaduras, para sanar llagas y
reparar las extremidades con síntomas de congelación. También
usaban la corteza para algunos problemas pulmonares o como
purificador de la sangre.
Plagas y enfermedades:
Esta especie de haya tiene una enfermedad que se ha convertido en una importante causa de muerte para numerosos ejemplares en el noreste de Estados Unidos. Se trata de la llamada "enfermedad de la corteza del haya" que es producida por dos especies diferentes de hongos del género Nectria y que se transmite al árbol cuando una especie de cochinilla (Cryptococcus fagisuga) ataca la corteza.